Los neuromoduladores actúan bloqueando temporalmente la transmisión de señales nerviosas hacia los músculos, impidiendo que estos se contraigan de forma excesiva. Al reducir esta actividad muscular, se logra una relajación controlada que ayuda tanto a suavizar arrugas y líneas de expresión en tratamientos estéticos, como a aliviar la tensión muscular en casos terapéuticos, como el bruxismo.
Esta acción es reversible y sus efectos duran varios meses, permitiendo ajustar el tratamiento según tus necesidades.